Encendemos el horno a 200ºC con calor de arriba y abajo.
Cogemos una fuente, apta para el horno, y la rociamos con un poco de aceite.
Echamos los macarrones, crudos. No hace falta cocerlos.
Para que los macarrones salgan más interesantes, digamos, vamos a añadir 1 chorizo.
Le quito la piel y lo corto en trocitos.
Y lo añado a la fuente.
También voy a añadir otro de los ingredientes que me gusta mucho, el queso mozzarella.
Y voy a añadir un poco de queso parmesano. Una pequeña cantidad de parmesano eleva cualquier plato de pasta a un nivel superior.
Ahora vamos a preparar la cobertura.
Cascamos dos huevos.
Los batimos un poco.
Añadimos el agua.
Y la leche.
Añadimos la sal, al gusto.
Pimienta negra molida, al gusto.
Yo voy a añadir también 1 pizca de orégano.
Y de ajo en polvo.
También puedes añadir un poco de cebolla seca o albahaca… las especias que más te gusten.
Removemos muy bien.
Con este preparado cubrimos los macarrones.
Echamos por arriba nuestro queso preferido.
Yo tengo queso cheddar y emmental.
Para que el queso no se dore antes de que se hagan los macarrones, voy a cubrir la fuente con papel de aluminio.
Metemos los macarrones al horno y los horneamos 40 minutos.
Pasado tiempo quitamos el papel de aluminio, subimos los macarrones a una balda superior y los gratinamos unos 10 - 15 minutos o hasta que queden como nos gustan.