En un recipiente tamiza la harina de trigo de todo uso.
Añade una pizca de sal y mézclala con harina.
Añade el aceite y remueve. Puedes usar el aceite que tengas en casa, ya sea de oliva, de girasol, o el que tu quieras
Añade el agua hirviendo y con ayuda de un tenedor remueve. Es importante que el agua esté hirviendo.
Termina de hacer la bola con la mano.
Puede que tu harina necesita un poco mas de agua. Así que si ves que te cuesta hacer la bola añade 1 - 2 cucharadas mas de agua, en este caso pon agua fría. La masa ha de quedar elástica, de consistencia dura.
Pon la más en el recipiente.
Tápala muy bien y déjala en reposos unos 30 minutos. Para que se humedezcan debidamente las partículas de harina y la masa se vuelva más manejable.
Ahora voy a estirar la masa para cortarla en círculos.
Para que la masa se me deslice bien debajo del rodillo espolvoreo la mesa con harina.
Estira la masa lo mas fino que puedas.
Mi masa tiene aproximadamente 1 mm de grosor. Fíjate, se transparenta un poco. Recuerda que cuanto más fina esté la masa más ricas saldrán las empanadillas.
Corta la masa en círculos de tamaño deseado. Estoy usando un porta cortadores que mide 11 centímetros. Me gustan las empanadillas de tamaño generoso.
La masa sobrante se recoge, se hace una bola, se deja unos 10 minutos para que descanse y luego se vuelve a estirar.
Mientras se relaje la masa voy hacer las empanadillas.
Vuelvo a estirar la masa sobrante para cortarla en círculos y así hasta agotarla.
Con esta cantidad de masa me han salido 22 empanadillas grandes y 5 más pequeñas.
Para freír las empanadillas caliento el aceite a fuego medio alto.
Frielas hasta que queden como a ti te gusta.
Después de freírlas el aceite queda igual de limpio. Y es porque la masa no suelta la harina suelta, la que se suele quemar en aceite.