A fuego alto las llevamos a ebullición. Una vez que rompa hervir el agua, hacemos el fuego medio y las cocemos hasta que se hagan.
Enjuagamos las patatas con agua fría.
Pelamos las patatas aún estando caliente. Queman un poco los dedos pero se puede aguantar.
Pasamos las patatas por pasapurés o, en el caso que no lo tengas (como es el mío), la rallamos.
Es preferible que lo hagas sobre una tabla de madera. Es un truco...
La patata tiene que estar todavía caliente.
Dejamos que la patata se enfríe del todo.
La enfriamos de esa forma, extendida. Para que se evapore al máximo el agua que contiene.
Cuanto más seca nos quede la patata, mas rico nos saldrán los ñoquis. Más cómoda nos saldrá la masa para trabajar. Este es el secreto de unos buenos ñoquis.
Añadimos 1 yema.
Sal.
Pimienta negra molida.
Una pizca de nuez moscada.
Removemos.
Tamizamos harina de trigo.
Terminamos de hacer la masa con las manos.
No hay que amasarla mucho.
Espolvoreamos la tabla con harina.
Y hacemos con la masa salchichas largas.
Las cortamos en trocitos de 1-1,5 cm de largo.
Hacemos los ñoquis con ayuda de un tenedor (ver vídeo de abajo).
SALSA
Ponemos la leche en un cazo.
Añadimos el queso.
Ponemos el cazo a fuego medio y cocinamos hasta que se derrita el queso.
De vez en cuando removemos.
El moho que contiene gorgonzola no se derrite.
Si quieres que la salsa quede uniforme, pásala por la batidora.
Cocemos los ñoquis en abundante agua con sal.
Los echamos en el agua.
Una vez hayan empezado a hervir los cocemos 1-2 minutos o hasta que queden como a ti te gusta.