Para que nuestros bollitos tengan agradable sabor y aroma a trigo, con una parte de harina, levadura y agua de la receta vamos a preparar una esponja. Se hace en un minuto
Coge 105 g de agua a temperatura ambiente, de unos 20-22C.
Añade 3 g de levadura y disuélvela. Puedes usar la levadura tanto fresca como la seca, las cantidades están en los ingredientes.
Echa la levadura diluida por encima de los 160 g de harina.
Remueve hasta que dejes de ver las partículas de harina.
Cierra el recipiente y deja la masa en reposo de media a una hora. Tiene que subir sólo un poquito, hincharse levemente.
Deshincha la masa.
Cierra el recipiente y guárdala en la nevera entre 12 y 24 horas.
Guardarla más de 24 h no lo recomiendo ya que cogería un olor demasiado fuerte, que en este caso no nos interesa. Yo normalmente la hago por la tarde para poder hacer los bollitos al día siguiente por la mañana.
Para que nuestros panecillos salgan "adelicatesados" y nos duren más tiempo, con otra parte de harina y agua de la receta vamos a preparar la decocción. Que también se hace en menos de 1 minutos.
En un recipiente pon 50 g de harina.
Añade 150 g de agua hirviendo.
Remueve muy bien.
Cierra el recipiente y deja que la mezcla se enfrie.
La decocción también lo hago por la tarde, junto con la esponja.
Saca la esponja de la nevera.
Los 5 g de levadura restante disuelve en los 95 g de agua restante.
Añade la decocción enfriada.
Remueve muy bien.
Tamiza los 290 g de harina restante.
Añade la sal.
Remueve.
Añade la esponja e intégrala a la masa.
Cierra el recipiente y deja la masa en reposo unos 20 min, para que se humedezcan debidamente las partículas de harina.
Vuelca la masa sobre la mesa limpia y seca.
Amásala hasta que se vuelva lisa, brillante y deje de pegarse a la mesa.
He tardado en amasar la masa 14 minutos, tu puedes tardar en amasarla más tiempo o menos, según la habilidad que tengas para el amasado.
También puedes amasar la masa en la amasadora. Los pasos del mezclado de los ingredientes son idénticos.
Disuelve la levadura en agua.
Añade la decocción.
Pon paulatinamente la 6 ó la 7 velocidad y bate un par de minutos.
Tamiza la harina.
Añade la sal.
Añade la esponja.
En primera velocidad mezcal todos los ingredientes durante 5 minutos.
Deja la masa en reposo unos 20 min.
En segunda o tercera velocidad amasa la masa unos 15 minutos o hasta que se despegue de las paredes del cuenco y se vuelve lisa y brillante.
Coge un recipiente y úntalo con pequeña cantidad de aceite.
Pon dentro la masa.
Deja que suba duplicando su tamaño.
A 21 - 22ºC mi masa tardó en subir 1 hora y cuarto. A temperatura más alta subir antes y viceversa.
Espolvorea la mesa con harina.
Vuelca la masa sobre la mesa espolvoreada.
Pésala.
Divídela en 9 trozos del mismo peso. Te saldrán de unos 90 - 94 g cada unos. Es importante que tengan el mismo peso para que a la hora de hornearse se hagan todos al mismo tiempo y por igual.
Redondéalos.
Colócalos con el cierre para arriba.
Untalos con un poquito de aceite. Así tendrán una corteza más apetecible. Pero puedes omitir este paso.
Espolvorea generosamente la mesa con harina.
Coloca los bollitos con el cierre para abajo y deja que suban duplicando su tamaño.
Cuando falten 20 minutos para que termine el levado enciende el horno a 235ºC con calor sólo de abajo.
Si no tienes esta función pon la de arriba y abajo.
En el fondo del horno pon una bandeja para echar el agua.
A 22ºC han tardado en subir 1,05 h.
Coloca los bollitos con el cierre para arriba en una bandeja.
Mételos en el horno.
En la bandeja del fondo echa un vaso de agua hirviendo.
Pasados 10 minutos del horneado pon el calor de arriba y abajo y hornéalos 20 minutos más o hasta que queden como a ti te gusta.
Si tu horno calienta más por un lado que por otro, cuando hayan cogido color gíralos a 180º.
Si te gustan con mucha corteza hornéalos más tiempo y viceversa.