Salpimienta generosamente la carne de cordero por los dos lados.
En una sartén grande calienta a fuego alto el aceite de oliva. Cuando esté bien caliente dora, a fuego alto, los trozos de carne por los dos lados. Unos 3-4 minutos por cada lado o hasta que cojan un color bonito y apetecible.
Coloca los trozos de carne en la olla en la que los vas a guisar.
En la misma sartén sofríe a fuego medio bajo la cebolla y el ajo. Durante unos 5 minutos.
Añade el comino, el azafrán, los granos de pimienta negra y 1 cdta. colmada de sal. Sofríe unos 2-3 minutos más.
Añade la miel y después de que se haya derretido cocina unos 3-4 minutos más para que se caramelice la cebolla.
Añade el agua y la salsa obtenida llévala a ebullición.
En cuanto rompa a hervir, échala por encima de los trozos del cordero.
Pon la olla con cordero a fuego alto. En cuanto rompa a hervir, haz el fuego bajito y con la olla ligeramente entreabierta guisa el cordero durante 1 h 30 - 2 h o hasta que la carne se vuelva tierna y empieza a desprenderse de los huesos.
Cada 20-30 minutos damos vuelta a los trozos. Vigilamos que todos estén cubiertos con al salsa.