Pelamos finamente los limones y las naranjas (recuerda que necesitamos la piel sin la parte blanca, que es muy amarga).
La cortamos en cuadraditos.
En un tarro ponemos la piel que hemos preparado y las pasas. Añadimos 50 ml de ron y cerramos el tarro. El ron no va a cubrir la fruta (ni tiene que hacerlo), por eso de vez en cuando tumbamos el bote a un lado u a otro.
Untamos el molde con la mantequilla y lo forramos con papel para hornear. Lo hacemos no solo para que no se nos pegue el pastel al molde. Este papel lo va a proteger para que no se reseque cuando estará reposando. La tira la cortamos 10 cm de ancho (pastel subirá) y el círculo del mismo tamaño que el fondo del molde.
Medimos-preparamos, para tener a manos, todos los ingredientes.
En un bol, batimos la mantequilla con azúcar durante 8 minutos. Tiene que volverse blanquecina.
Añadimos, 1 a uno 1, los huevos. No añadimos el siguiente hasta que la mantequilla vuelva a espesar. Una vez que has añadido todos, seguimos montando durante 3-5 minutos más.
Tamizamos la harina, sal, levadura y, a baja velocidad de la batidora, la incorporamos todo. Añadimos almendra molida y también la incorporamos.
Añadimos la fruta macerada y removemos.
Ponemos la masa en el molde y en el centro hacemos una depresión. Hacemos esto para que al pastel no le crezca una panza muy grande. Como lleva arriba la almendras pues no le conviene ( hay que cuidar el tipín al pastel ;) ).
Metemos el pastel al horno a 150C con el calor sólo de abajo. Lo ponemos en la segunda balda contando desde abajo. Recuerda que el horno tiene que estar precalentado 20 minutos.
Pasados 40 minutos lo sacamos y ponemos por encima las almendras (se pueden poner desde el principio pero lo hago así para que no se tuesten demasiado).
Lo devolvemos al horno, subimos la temperatura a 160C (si tu horno calienta mucho, déjalo a 150C) y lo horneamos hasta que al pincharlo en el centro con un palillo, este salga limpio.
Si de repente hueles que se está chamuscando, súbelo a una balda más arriba y baja un poco la temperatura. Si se te está tostando demasiado por arriba, tapalo con un trozo de papel de aluminio. Ya sabes, cada horno es un mundo. No dejes el pastel en el horno sin vigilancia.
Lo sacamos, lo enfriamos por completo y lo envolvemos en un film transparente hasta el día de su consumo. No quitamos el papel de hornear.
Después de 3 días de reposo ya está listo para disfrutar nuestro Dundee cake.