En un recipiente, mezclamos agua y vino templados (35C-40C) con azúcar y levadura fresca.
En un bol, tamizamos harina con sal.
Añadimos solución de levadura.
Con ayuda de una cuchara mezclamos hasta integrar la harina con el líquido por completo.
Espolvoreamos la masa con harina.
Amasamos, añadiendo pequeños puñados de harina, hasta que la masa deje de pegarse a las manos.
Por arriba y por abajo untamos la masa con aceite.
La tapamos con un paño y la dejamos en reposo unos 40 min.
Sacamos la ralladura de la naranja y del limón.
Exprimimos el zumo.
En un bol, añadimos el queso para untar y el azúcar de vainilla.
Añadimos el zumo y la ralladura que hemos preparado. Mezclamos todo muy bien (puedes usar la batidora con varillas eléctrica).
Añadimos el azúcar glas y volVemos a mezclar todo muy bien.
Lavamos las grosellas rojas, las secamos y con ayuda de un tenedor las liberamos de la rama.
Preparamos la bandeja untándola con aceite.
Pasados 40 minutos ponemos la masa en la bandeja. Con una mano, untada con aceite, le damos un golpe fuerte para deshincharla.
La estiramos en un circulo de unos 25-30 cm.
La untamos con la crema de queso.
Ponemos grosellas rojas.
La horneamos unos 15-20 minutos a 250C en el horno previamente calentado unos 20 min en la altura media baja del horno. Vigílala. Aunque doy datos de horneado, tened en cuenta que cada horno es un mundo.