Hoy vamos a preparar un pastel con relleno salado muy fácil que queda delicioso. Una receta de aprovechamiento ideal para utilizar los ingredientes que tengas en casa.
En un bol añadimos dos yogures, cada yogur tiene 125 ml. Yo estoy utilizando yogur natural griego.
Añadimos media cucharadita de bicarbonato sódico y mezclamos. El bicarbonato reacciona en contacto con el yogur y lo vuelve más esponjoso.
Cascamos los huevos, añadimos una pizca de sal y mezclamos de nuevo.
Tamizamos la harina dentro del bol. Yo estoy utilizando harina de trigo normal, la común, la de todo uso.
Mezclamos de nuevo hasta obtener una masa homogénea y sin grumos. En total he añadido 125 g de harina.
Forramos un molde de 26 ó 28 cm de diámetro con papel para hornear y untamos con aceite.
Vamos poniendo los ingredientes:
En la base ponemos media cebolla picada
Encima de la cebolla añadimos patata cruda rallada, yo he utilizado 3 patatas medianas.
Por encima de la patata ponemos un tomatito cortado en medias rodajas, yo previamente lo he pelado.
Salamos un poco y colocamos chorizo por encima (también podéis poner pollo asado o bacon).
Encima del chorizo colocamos una lata de champiñones laminados.
Sobre los champiñones ponemos un poquito de pimiento rojo.
Cuando tengamos ya toda todos los ingredientes colocados incorporamos la masa y la repartimos con ayuda de una cuchara para que abarque todo el molde.
Metemos al horno y horneamos a 180 grados con calor de arriba y abajo unos 40 ó 50 minutos. Si tu horno tiene calor solo de abajo, hornea en la balda del medio. Recuerda que el horno tiene que estar precalentado al menos 20 minutos.
Han pasado 50 minutos y ya se ha dorado por arriba, le damos la vuelta, colocamos en una bandeja y espolvoreamos por encima con un poco de queso.
Volvemos a meter al horno para gratinar hasta que se dore.