Añadimos 7 gramos de levadura fresca a 190 ml de agua templada y mezclamos hasta que se diluya la levadura.
Tamizamos 150 g de harina sobre la mezcla y mezclamos muy bien hasta obtener una masa sin grumos.
Tapamos con film transparente y dejamos hasta que la masa suba. Sabrás que está lista cuando la superficie quede con burbujas y veas que la masa ha subido y se ha empezado a hundir por el centro.
Añadimos 5 gramos de sal y 10 gramos de azúcar y mezclamos de nuevo.
Ahora añadimos dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
Tamizamos 150 g de harina y mezclamos.
Dejamos la masa en reposo 20 ó 30 minutos.
Pasado este tiempo amasamos hasta que se vuelva lisa y uniforme.
La masa queda muy blandita y nada pegajosa, la dividimos en dos, con esta cantidad salen dos pizzas.
Hacemos dos bolitas con cada trozo.
Dejamos que las bolitas suban duplicando su tamaño. Un trocito lo puedes guardar en la nevera. O incluso lo puedes congelar.
Espolvoreamos la mesa con harina y vamos estirando nuestra masa. Yo suelo estirarla siempre con las manos.
La colocamos sobre un papel para hornear y añadimos los ingredientes al gusto, yo pongo salsa de tomate casero, jamón serrano, champiñones y aceitunas negras.
La ponemos en el horno a 250 grados (o a máxima potencia) hasta que los bordes queden doraditos.
¡Lista para comer! Queda una masa finita muy crujiente, muy rica y muy jugosa.
2.- MASA CON REPOSO EN LA NEVERA
Diluimos 4 gramos de levadura fresca en 200 ml de agua y removemos muy bien para que se diluya la levadura.
En un bol tamizamos 300 g de harina añadiendo 5 g de sal y mezclamos con ayuda de una cuchara.
Dejamos la masa en reposo unos 20 ó 30 minutos.
Amasamos durante 5 minutos, al principio esta masa se pegará a las manos, pero después dejará de pegarse.
Yo la voy a dividir en dos trozos, untamos un recipiente con aceite y ponemos dentro la masa dejándola 30 minutos en reposo y después la guardamos en la nevera toda la noche para que la masa coja el sabor: un mínimo de 8 horas y un máximo de 24-36 horas. No recomiendo guardar esta masa más tiempo, si en tu casa hace mucho calor, no hace falta que la dejes en reposo 30 minutos fuera de la nevera, la puedes guardar en la nevera directamente. La pondremos en la balda del medio de nuestra nevera.
Una vez haya reposado en la nevera, está lista para estirar.
Ponemos en esta pizza salsa de tomate casera, queso y yo voy a poner chorizo, bacon y unos pocos champiñones y más mozzarella por encima.
Ya la tenemos lista. Muy crujiente, sabrosa y muy rica.
3.- MASA CON AGUA DE COCCIÓN DE PATATAS
Para preparar esta masa con agua de cocción de patatas necesitamos 180 ml de agua en la que hayamos cocido previamente unas patatas. Dejamos que se enfríe hasta que quede templada.
Añadimos al agua de patata 6 gramos de levadura y mezclamos.
En un bol tamizamos 300 g de harina y vertemos la levadura diluida en el agua de patata. Yo no añado sal porque el agua de cocción de patatas ya la llevaba, si la tuya no tenía, añade una cucharadita. También añadimos una cucharada de aceite de oliva virgen extra y mezclamos todo muy bien.
Terminamos de hacer la bola con la mano.
Tapamos el bol con film transparente y dejamos la masa en reposo, unos 20-30 minutos para que la masa se enfríe y se humedezcan debidamente las partículas de harina.
Amasamos hasta que se vuelva lisa y uniforme. Al principio la masa se pegará un poquito, pero luego dejará de pegarse. Es importante que a la hora de amasar esté fría, no templada.
Hacemos bolitas con la masa y dejamos que suban duplicando su tamaño.
Amasamos nuestra pizza y yo la voy a hacer con jamón cocido casero, tomates secos y un poco de cebolla y por encima un poquito de mozzarella.
Lista para comer. Es una masa muy rica, crujiente por la parte de abajo y muy mullidita por dentro, muy sabrosa.