En un recipiente ponemos leche en polvo y 80 g de azúcar.
Añadimos 150 ml de leche.
Removemos y reservamos.
En una taza ponemos 10 g de Maizena.
Añadimos 50 ml de leche y...
...removemos enseguida.
El azúcar restante lo ponemos en un cazo y...
...a fuego moderado, lo derretimos. Cuando adquiere el color habitual del caramelo, añadimos 50 ml de leche.
Soltará muchas burbujas, es normal.
Añadimos la leche restante y en cuanto rompa a hervir añadimos la mezcla de leche en polvo con azúcar. Removemos.
En cuanto vuelva a romper a hervir, añadimos la mezcla (previamente bien removida) de maicena
Removemos, sin parar, y cuando espese, lo retiramos del fuego.
Lo tapamos (para que no se forme una costra fea) y dejamos que se enfrié a temperatura de ambiente. Una vez que esté frío, lo metemos durante 3 horas a la nevera (o una hora y media al congelador).
Preparamos el caramelo.
Untamos con aceite un trozo de papel para hornear.
A fuego moderado derretimos el azúcar hasta que se vuelva color caramelo.
Lo ponemos sobre el papel que preparamos y con una cuchara lo extendemos.
(Para lavar la olla y la cuchara, llena la olla de agua y llévala a la ebullición)
En cuanto el caramelo se enfríe, lo troceamos.
Montamos la nata.
La mezclamos con el preparado previamente enfriado 3 horas en la nevera.
Lo ponemos en la heladera durante 30 minutos.
Antes de consumir el helado hay que dejarlo en el congelador al menos 2 horas, para que tome su cuerpo característico.