Una vez que esté caliente, añadimos la cebolla y el ajo picados.
Cuando estén doraditos añadimos la zanahoria y sofreímos todos unos 2-3 minutos.
Añadimos la carne picada. Cuando la carne cambie sólo un poco de color, poniéndose blanquecina y no por todos los lados, la retiramos del fuego. Lo que interesa es darle un tratamiento térmico pero mínimo. Por estar picada, es muy dada de deshidratase (perder el jugo) enseguida. ¡Y eso no nos interesa!. Terminará de hacerse dentro del pimiento al hornearlo, y de esa manera lo enriquecerá.
Añadimos a la carne el arroz.
Salpimentamos.
Mezclamos y reservamos.
Lavamos los pimientos, los vaciamos quitando las semillas y los "nervios" blancos de dentro y de la "tapita" con rabito.
Los rellenamos, los tapamos con sus tapitas y los colocamos en una bandeja previamente untada de aceite.
Echamos por encima un par de cucharas de aceite y los metemos al horno precalentado (al menos 20 min) a 180C 55-65 minutos. Sabrás que ya están cuando la piel se arrugue. También porque tu casa olerá a pimiento asado. Si ves que se te están chamuscando por arriba, tápalos con papel de plata. Y si se te están chamuscando por debajo- súbelos.
Si quieres, unos 10 minutos antes de sacarlos retira a alguno su tapita y pon un poco de queso rallado.
Puedes acompañar los pimientos morrones rellenos con un chorrito de aceite de oliva o preparar esta salsa de tomate y nata.