Dejamos en remojo las pasas, al menos un par de horas o mejor toda la noche.
Las podemos remojar en agua o en algún licor tipo ron o coñac. Vamos a necesitar muy poca cantidad de licor, sólo para que cubra las pasas.
En un bol tamizamos 100 g de harina.
Añadimos 100 g de azúcar, 1/2 de azúcar de vainilla y revolvemos.
Cascamos 4 huevos.
Removemos.
Añadimos la leche. Removemos la masa, la tapamos con film transparente y la guardamos en la nevera, al menos media hora.
Untamos con la mantequilla y espolvoreamos con la harina el molde de ø 22-24 cm.
Pelamos la fruta, la cortamos en laminas finas.
Añadimos pasas escurridas. Si las pasas las estabas remojando en algún licor, no lo tires, añade este licor a la masa. Así potenciaremos el sabor de la tarta.
Vertemos por encima la masa.
Horneamos la tarta durante unos 50 minutos a 190C con calor de arriba y abajo, sin ventilador. El horno ha de estar previamente calentado durante 20 minutos.
Yo la horneo en la primera balda contando desde abajo pero ya sabes, cada horno es un mundo. En el caso de que no conoces muy bien tu horno, te recomiendo que leas este articulo donde cuento como usar de manera correcta un horno eléctrico.
Esta tarta de manzana no es un bizcocho que es capaz de bajar si abres la puerta del horno. Puedes perfectamente abrirla para echar una ojeada, para ver que tal va. Cuando tu cocina se impregna con aroma de manzana asada, tu tarta estará a punto.
Con un palillo comprobamos si la tarta está hecha. Te digo un truco: si la pinchas en el centro con el palillo y este sale seco, entonces está hecha.