Hace tiempo que vi, en una revista, la receta de un carpaccio de alcachofas. Se me quedó por la cabeza dando vueltas. Y es que suena bien ¿verdad?
Así que, como el otro día recolecté de mi huerto 5 alcachofas hermosísimas, decidí prepararlo.
Pues bien, amigos: no me ha emocionado. La fama que tiene no es justificada.
Las alcachofas tienen un sabor muy característico (es por lo que me gustan) que en crudo apenas se revela. Y, para mi gusto, este es el gran fallo de esta receta.
Aunque sí que sale ligero, crujiente y refrescante.
Tal vez me equivoco, no lo sé. Por eso voy a subir la receta al blog, por si alguien quiere comprobar cómo es por su cuenta.
Ademas, lo que es la vinagreta y la técnica de preparar las alcachofas son muy correctas. Como veréis, quedan bien blanquitas y tiernas.
Apunte sobre la receta.
Lo mas importante es pelar bien las alcachofas y que no se te oxiden.
Aunque duela, a las alcachofas tenemos que quitarles la mayor parte de sus hojas (más que las que se quitan para, por ejemplo, cocerlas). Has de dejar sólo las que realmente están tiernas.
Vete separando hojita a hojita y cuando llegas a las que son de color amarillo claro, coge una y pruébala para ver si esta blandita. Si está fibrosa, ya sabes, hay que quitar unas pocas más.
Al cogollo le cortamos las puntas de las hojas (que suelen ser duras) y el tallo. En general, quita todo lo que veas que está duro.
Para que los cogollos no se oxiden, a medida que vas pelando la alcachofas vete untando con limón la zona de donde has arrancado la hoja. No esperes hasta cuando termines de pelar para untar con limón todo junto porque se oxida en literalmente segundos y queda feo.
Elige unas alcachofas más bien grandotas, prietas y frescas (cuando no están frescas oscurecen y se vuelven fofas).
Una vez que prepares el carpaccio, lo puedes dejar en reposo unos 15-20 minutos. Aunque no vas a encontrar mucha diferencia en comerlo reposado o recién preparado.
Ingredientes:
5-6 alcachofas
2 limones
50 ml de aceite de oliva
sal
pimienta negra
unas ramitas de perejil
30 g de parmesano o grana padano
Para 2-4 personas.
Explicación, paso a paso:
Con un pelador, o cuchillo, laminamos finamente el parmesano.
Exprimimos el zumo de los limones. Las cascaras no las tiramos. Las usaremos para untar las alcachofas.
En un recipiente ponemos la mitad del zumo exprimido y el aceite.
Salpimentamos.
Con una varilla batimos la vinagreta hasta que se vuelva blanquesina. La reservamos.
El resto de zumo de limón ponemos en un bol con agua (aquí es donde vamos a poner, para que no se nos oxiden, los cogollos de las alcachofas que vamos a ir pelando).
Lavamos las alcachofas.
Pelamos las alcachofas.
Según vayamos arrancando las hojas lo untamos con limón.
El antes:
Y el después:
Con un cuchillo bien afilado (o con mandolina) cortamos las alcachofas en laminas de 1 mm de grosor (muy finito).
Después de laminar cada cogollo, colocamos las laminas obtenidas en la fuente y enseguida las aderezamos con la vinagreta.
Al terminar, echamos por encima la vinagreta sobrante.
Picamos el perejil.
Espolvoreamos el carpaccio con perejil y parmesano.
¡Buen provecho!