Judías verdes con chorizo. Una receta sencilla, fácil de preparar y muy sabrosa.
Mi huerto está en plena producción, aunque aún faltan por madurar los tomates. Tengo muchísimas judías amarillas (que son como judías verdes) riquísimas y tiernísimas.
Hoy las he preparado con un chorizo asturiano y quedaron buenísimas. Entre dos personas comimos ¡800 gr de judías! No hubo segundo plato… jejeje
Apuntes sobre la receta.
La receta es muy sencilla aunque hay que tener cuidado para que las judías no se hagan demasiado. Cuando están hechas demasiado, pierden el jugo y se vuelven arenosas… y por eso a mucha gente no les gustan.
Sin embargo cuando están al punto, son una verdadera delicia 🙂
Esta vez me faltó el azafrán. Si lo tienes, añade una pizquita junto con las judías. Ya verás que punto más agradable le va a dar.
Ingredientes:
800 gr de judías verdes
150 gr de chorizo
1 cebolla
200 ml de caldo de verduras o de pollo
1 pizca de azafrán
aceite de oliva
sal
pimienta negra molida
Explicación, paso a paso:
Lavamos y quitamos las puntas a las judías. Las troceamos.
Picamos finamente la cebolla.
En una sartén con aceite pochamos la cebolla hasta que se vuelva ligeramente dorada. Añadimos el chorizo cortado en rodajas o en taquitos.
Rehogamos durante tres minutos y añadimos la judías, el azafrán, el caldo y la sal.
Removemos, tapamos y a fuego moderado cocinamos durante 10 minutos. De vez en cuando removemos.
Destapamos y cocinamos 5 minutos más. Añadimos pimienta negra molida, removemos y apagamos el fuego.
Servimos enseguida…¡ y disfrutamos de un autentico plato casero colosal!
Esbieta a mi estas judías me gustan mucho también al vapor, salen riquísimas. Pones en una tartera las judias, cebolla picada, tomate, sal, tres cucharaditas de agua y un chorrito de aceite, todo en crudo y lo dejas hacerse a fuego lento. Cuando están tiernas les haces un sofrito con un poco de ajo y cebolla, al que puedes añadir chorizo, jamón o bonito, lo que más te guste. Se lo añades y dejas hacer todo junto cinco minutos para que cojan el sabor y a comer. En casa nos encantan así, están mucho más suaves que las cocidas, eso sí, llevan más tiempo.
Para las próximas probaré tú receta.
Hola Maria Luisa, tú haces judías estofadas, yo en algunas ocasiones también las hago estofadas, pero lo que no entiendo muy bien es cuando dices que te quedan más suaves… ¿qué quieres decir con que te quedan suaves?
Las judías al final de la cocción (da igual cómo estén hechas) deben queden jugosas, agradables al morderlas (estar al dente), enteras y con un bonito y apetecible color verde o amarillo (según qué variedad de judías se ha utilizado). Preparadas de esa forma todavía conservan algunas vitaminas, no están muertas del todo.
Las judías cuando se pasan se vuelven pastosas, arenosas, deshechas y blanquecinas y es lo que nunca hay que permitir porque por la culpa de judías «sobrecocidas», comer esta verdura hoy en día se ha vuelto un acto heroico para mucha gente (¡a casi nadie le gusta comer judías: los niños lo hacen por obligación y los adultos, los que las comen, lo hacen porque son saludables!). Y eso pasa por no tratar adecuadamente esta verdura, por no sacar lo mejor de ella. Es algo terrible porque las judías en realidad es una de las verdura más sabrosa que hay y comiéndola se puede disfrutar y mucho.
Esta receta de judías con chorizo en concreto es muy rica, el toque de azafrán le da un sabor muy fino. Pruébala, un saludo.